No sé si a vosotros también os pasa, pero es que me faltan horas. A ver, ¿a quién se le ocurrió la brillante idea de que los días tuvieran 24 horas? Y encima, de esas veinticuatro, hay que restarle las de descanso, que eso sí, para mí es sagrado. Sin dormir, no soy persona. Se me pone un humor, que reíros vosotros de los malos de las pelis.
Ahora hablando en serio, llevamos un ritmo de vida que no es normal. El otro día me preguntaban unos alumnos que qué veía yo en la tele. Se sorprendían cuando les decía que no veo nada, no tengo tiempo y, cuando por fin me siento, estoy tan agotada que me duermo. Debe ser que me hago mayor... De hecho, ni el fin de semana me da mucho de sí, entre partidos, compromisos sociales, preparatorios para la semana, cocina y fotos, se me va casi todo. Si además tengo que corregir o preparar exámenes, ya ni os cuento...
Por eso hoy os traigo una propuesta que, no es rápida de hacer porque tiene unos tiempos de reposo que hay que respetar, pero sí que es fácil y nos permite hacer otras cosas mientras se enfría. Se trata de una tarta de queso de vainilla y frambuesa inspirada en una que vi en el blog Qué cosa tan dulce, a ver qué os parece...
Ingredientes:
(para un molde de unos 24 cm.)
Para la base
240 gr. de galletas Oreo
100 gr. de mantequilla derretida
Para la capa de vainilla:
160 gr. de queso Philadelphia
140 gr. de Mascarpone
200 ml. de nata para montar
90 gr. de azúcar
20 gr. de azúcar vainillado
1 cucharadita de esencia de vainilla
4 hojas de gelatina neutra
5 galletas Oreo trituradas
Para la capa de frambuesa:
160 gr. de queso Philadelphia
140 gr. de Mascarpone
200 ml. de nata para montar
60 gr. de azúcar
1 cucharada de pasta de frambuesa
4 hojas de gelatina neutra
Bolitas de cereal y chocolate para decorar
Elaboración:
1) Forramos un molde de bizcocho de unos 24 cm. con papel de horno sin engrasar.
2) Trituramos las galletas y derretimos la mantequilla. Mezclamos y ponemos en la base del molde presionando para que compacte al enfriarse. Reservamos en la nevera, al menos, media hora.
3) Ponemos a hidratar cuatro hojas de gelatina en agua muy fría durante 5 minutos. sacamos, escurrimos y reservamos.
4) Mezclamos los ingredientes de la capa de vainilla, excepto las 5 galletas y la mitad de la nata con ayuda de unas varillas hasta formar una crema esponjosa.
5) Calentamos la mitad de la nata que habíamos reservado previamente y disolvemos en ella las hojas de gelatina.
6) Añadimos a la crema anterior y batimos para incorporar bien.
7) Sacamos el molde de la nevera y vertemos la crema de vainilla, alisamos con una espátula y metemos en la nevera, al menos dos horas.
8) Transcurrido ese tiempo, trituramos las cinco galletas que habíamos reservado y las espolvoreamos por encima de la capa de vainilla.
9) Preparamos la crema de frambuesa. Para ello, hidratamos la gelatina en agua fría. Pasados cinco minutos, escurrimos.
10) Mezclamos todos los ingredientes restantes excepto la mitad de la nata. Batimos hasta obtener una mezcla cremosa.
11) Calentamos los 100 ml. de nata restantes e incorporamos la gelatina para deshacerla.
12) Mezclamos la gelatina con la crema y vertemos encima de la capa de vainilla. Dejamos enfriar, al menos, dos horas.
13) Transcurrido ese tiempo, desmoldamos con cuidado y decoramos al gusto. En esta ocasión, le puse unas bolitas de cereal recubiertas de chocolate blanco, negro y con leche.
Espero que disfrutéis de esta tarta tanto como lo hicimos nosotros. Nos vemos muy prontito!!! No os estreséis más de la cuenta. Un besazo.
Sandra
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